Desde las puertas de la iglesia de San Roque en la plaza Campero más de 30 orureños se congregaron para recordar sus 231 aniversario, para luego bajar a la plaza principal con la bandera rojo púrpura, resaltando la sangre de los mineros caidos que dieron su vida por el país en el auge de la minería en este departamento. La palabra Oruro viene de la etnia de los urus, alejado al reinado del Colla suyo (Cochabamba, Sucre, Potosí y La paz y una parte del Perú).
Luego de angustias y los abusos que se cometían por los españoles, el mestizo Sebastián Pagador alzado en armas junto al grupo de Tupack Katari gritaron libertad aun a punto de ser ejecutados.
Así nos refleja la historia don Freddy Guerra quien vive ya más de 20 años en Tarija, “me despierta el orgullo de ser orureño, venir de una tierra muy pujante y que siempre le ponenel hombro y no se olvidan nunca, y agradezco a los tarijeños , ya que mis hijos se casaron con tarijeñas y formaron su familia aquí, salieron del colegio san Luis y mi hija en el Liceo Tarija”, dijo.
Tras ser la ciudad sexta más alta del mundo con más de 300 mil habitantes, aún Oruro vela por la economía del país, trabajando en la mina y a la vez dedicándose al comercio informal aprovechando la frontera cercana con chile, viabilizando el contrabando del cual muchas empresas han sido víctimas.
Así los orureños recordaron su día, también al invitar a los concejales, Rodrigo Paz Pereira, Zulma Tapia y Jorge Yucra “visité tantas veces Oruro, tras bailar en los caporales de la San Simón, le agradezco a la mamita del Socavón, ya que hace que los bolivianos estemos unidos; pero también quiero decirles así como son orureños, también son tarijeños y amen a Tarija”, manifestó.
“Los orureños siempre están inmiscuidos en el trabajo, para sacar adelante a Bolivia y Tarija, somos unos 10.000 orureños que estamos en todo el departamento apoyando y defendiendo a Tarija en todo momento, en agradecimiento”, manifestó Guerra.
Tras finalizar el acto en el momento de entonar el himno a Bolivia, Oruro y Tarija se llevó una ofrenda floral, ante los pies de Luis de Fuentes. Para más tarde la fiesta continua en horas de la noche al estilo de los orureños, recordando sus tradiciones.
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