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miércoles, 10 de febrero de 2010

Según investigaciones de Zenobio Calizaya Escrituras públicas revelan pasajes de la vida de Sebastián Pagador


Debido a que en algún tiempo se debatió el hecho de que Sebastián Pagador nunca existió o que se trataba de alguien cuya labor era pagar dineros de la Casa Real de entonces y que por eso se le decía Pagador, investigaciones realizadas por el presidente de la Corte Superior de Justicia de Oruro, Zenobio Calizaya Velásquez reivindican la personalidad y obra de este prócer nacional para valorar con trascendencia y oportunidad los acontecimientos del 10 de febrero de 1981.

La información fue conocida ayer a través del decano en ejercicio de la Presidencia de la Corte Superior de Justicia de Oruro, Darío Medina Coca durante el homenaje institucional a la Gesta Libertaria del 10 de Febrero de 1781.

“Existen numerosos testimonios documentales que dan fe de la existencia física de Don Sebastián Pagador, caudillo de aquel levantamiento del 10 de Febrero de 1781. Tales antecedentes corren en el archivo judicial de la Corte”, narró Medina

Se trata de escrituras públicas en las que figura Don Sebastián Pagador, con una vida social y jurídica muy activa. Una de las escrituras de fecha 24 de septiembre de 1774, hace relación del poder que le otorgó Don Carlos Fernando Torrico Pérez Manrique, Conde de la Deza (o Dehesa) de Belayos y Marqués de Santiago de Colpa, vecino de la ciudad de los reyes del Perú (actual Cuzco), para que en su nombre transfiera a Don Asencio Pérez, las tierras de hacienda de Sacasaca (probablemente se trate de Sacaca, actual pueblo del Norte de Potosí), por todo el tiempo de vida que tuviera el nombrado Marqués y en caso de fallecer el comprador, se entienda aquél con la esposa legítima del Marqués, Doña María de Axín.

Lo interesante del caso es que a Sebastián Pagador se le nombra con mucha frecuencia como Sebastián de Pagador aunque él aparece firmando al pie de estos documentos como se lo conoce en los pasajes de la historia orureña. Es posible que se trate de un error; pero la repetición del nombre en más de una oportunidad, hace ver que muy bien pudo ser como figura, es decir, Sebastián de Pagador.

En otra escritura de 28 de septiembre de aquel año, arrienda aquellas tierras por nueve años a Doña Ignacia Beltrán y su nieto Hermenegildo de Mena.

En otras dos escrituras de 14 de mayo de 1772 y 9 de julio del mismo año, se da cuenta que Sebastián Pagador tenía un hijo legitimo, ya mayor de edad, llamado Carlos Pagador. Sucede que este su hijo, en consorcio con un tal Blas Mariano de Vargas, recubrieron y registraron una mina de cobre ubicada en el cerro nombrado Coriviri de la provincia Sicasica, a la cual llamaron Nuestra Señora de la Purificación.

En otra escritura de 1780, Sebastián Pagador aparece atestiguando la otorgación de un testamento que efectúa Don Manuel de las Plazas y Plantarrosa, vecino de la Villa y originario del Puerto de Santa María en los reinos de España.

“De todo lo dicho podemos inferir no sólo la existencia física y real de Don Sebastián Pagador o Sebastián de Pagador, de cuya personalidad podríamos decir que era un padre cariñoso y de bastante actividad social en la Villa, tanto que confiaban en él gentes de cierta nobleza y por supuesto personas vinculadas con España”, describió.

Es así que se confirma la cuestión relativa a la existencia física de Don Sebastián Pagador, aquel a quien se atribuye haber alertado en la noche del día 9 de febrero a las tropas urbanas acuarteladas en el recinto que según estimaciones estuvo ubicado en los predios del actual edificio de la Prefectura del Departamento, destacó Medina.

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