miércoles, 10 de febrero de 2010

Multitud de orureños rindió homenaje al 10 de Febrero en desfile de teas



Miles de orureños rindieron su homenaje a la gesta libertaria del 10 de Febrero de 1781, con la firme decisión de aportar con un granito de arena para el desarrollo de esta bendita tierra, enamorada del gringo y del gitano.

Luego de la Sesión de Honor, las personalidades presentes en el Teatro Palais Concert, raudamente se dirigieron al Parque de la Unión Nacional para participar del desfile de teas, consignado en el programa de la Prefectura del Departamento.

El recorrido de esta actividad nocturna, comprendió las calles Rodríguez y 6 de Octubre hasta la Montesinos; luego por la Pagador hasta la popular calle Bolívar, al llegar a la Plaza de Armas continuó su trayecto perpendicularmente por la calle La Plata hasta la Adolfo Mier, tomando para finalizar el recorrido la Presidente Montes y pasar por el palco prefectural.

Aproximadamente a las 19:45 horas, se inició esta actividad.

Encabezando la hilera de instituciones cívicas y laborales el prefecto Alberto Aguilar, el alcalde municipal Edgar Bazán, autoridades judiciales, religiosas y electorales.

Filas atrás, las autoridades que muy pronto dejarán sus funciones, como los concejales munícipes y consejeros departamentales desfilaron por última vez, ataviados con sus bandas, haciendo referencia a sus cargos.

Posteriormente, la flamante Brigada Parlamentaria y el personal técnico, guiados por su directiva elegida y posesionada anteayer, hicieron su paso por las calles orureñas con tea en mano y flanqueados por policías militares.

Sin duda alguna, lo que destacó del desfile de anoche fue el paso marcial de jóvenes premilitares de distintas unidades, distinguiéndose el vigor al entonar marchas militares de patriotas muchachitas, cuasi desafiando a los jóvenes que se veían sorprendidos.

Por inmediaciones de la Plaza 10 de Febrero la gente aprovechó de las graderías armadas con anticipación para el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, abarrotando estas estructuras, para espectar esta muestra de civismo orureño.

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