sábado, 30 de abril de 2016

Casiano Ancalle, un orureño en el film "Experta en Crisis"

Hollywood parece un sueño inalcanzable para cualquier actor, director y cineasta, pero para Casiano Ancalle, orureño nacido en el 22 de mayo de 1948 ha sido una realidad palpable, participando de la película "Experta en Crisis" que se estrenó la gestión pasada.

"Experta en Crisis" (Our brand is crisis, título en inglés) del director David Gordon, producción de George Clooney y protagonizado por Sandra Bullock, refleja la campaña a la Presidencia de Bolivia de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2002, y la intervención del gobierno de Estados Unidos en ella, revela las tácticas y batallas personales de los consejeros de primera clase para quienes nada es sagrado y ganar es lo único que importa.

El film tomó en cuenta a Casiano Ancalle, ingeniero, pastor evangélico, líder político y ex candidato a la presidencia de la república de Bolivia por el partido Arbol en 1993, actualmente radicado en Puerto Rico.

"Un día poco pensado me buscaron los cineastas de Hollywood para realizar el papel de dirigente campesino en la película que protagonizaría Sandra Bullock, papel que no dudaron en cederme por las facciones típicas de campesino boliviano y por la facilidad que demostré al interpretar ese papel, me llevaron a Nueva Orleans donde se montaba la filmación, campamento con un ferrocarril con varios trailers y uno de ellos tenía vestimenta boliviana y específicamente zapatos, pantalones, chompa, sombrero y chalina de campesino boliviano, maquillaje que me hicieron resaltar mis facciones de boliviano", relató Casiano.

El ex político boliviano, relató cómo de sorprendente es el movimiento logístico dentro la empresa cinematográfica en el país del Norte, donde desde la vestimenta, hasta la escenografía tiene esa esencia boliviana.

En la escena que aparece, en medio de decenas de cámaras y micrófonos, es el líder de una manifestación, quienes apedrean a una caravana donde es trasladado un candidato a la presidencia boliviana, para luego discutir acaloradamente, pero con engaños logra pasar.

"La verdad la interpretación del papel no fue difícil, dirigir una manifestación ya lo había hecho en mis temporadas de dirigente con el Comité Cívico de Oruro, en resumen, el papel estaba como confeccionado para mí, una experiencia maravillosa y muy bien retribuida", detalló Ancalle.

El film fue estrenado en octubre de 2015 en casi 2202 salas en una semana, recibió críticas mixtas, tales como: "Las escenas principales se filmaron en Estados Unidos y Puerto Rico. Los actores protagónicos no rodaron en nuestro país", indica un comunicado de la productora Londra Films dirigida por Gerardo Guerra, quien fue el director de producción en Bolivia de "Our brand is crisis"

Sin duda una experiencia del todo gratificante y más cuando un orureño es parte de un film internacional.

"Cuando pienso en Oruro no puedo evitar sentir nostalgia, mi niñez y juventud en nuestra apacible ciudad, he vivido 44 años en Oruro desempeñando la carrera estudiada en la gloriosa Facultad Nacional de Ingeniería, un saludo a las nuevas generaciones de orureños y que Dios los bendiga", concluyó Ancalle.


martes, 26 de abril de 2016

Martha Céspedes Pereira migró a Brasil a sus 20 años en busca de mejor vida y logró consolidarse como gerente en Petrobras.




En 1950, Martha Céspedes Pereira, una orureña de 20 años, tomó una maleta con sus pocas pertenencias y escaso dinero para aventurarse en un viaje hacia Río de Janeiro, Brasil, donde buscaban operadores de computadoras en la reciente creada empresa Petrobras.

“Por razones familiares decidió migrar, su padre había muerto, ella era la hija mayor y debía ayudar a su madre que quedó a cargo de seis hijos”, cuenta Alaín Canedo, sobrino de Céspedes.

Apenas terminado el colegio, la aún adolescente de 18 años había sido parte del equipo de trabajadores de Casa Bernardo en La Paz, la cual trajo las primeras computadoras al país. “Eran máquinas que ocupaban toda una pared y funcionaban a bujías y con tarjetas. Por aquel entonces, operarlas implicaba mucha complejidad”, recuerda el sobrino, quien según dice fue como un hijo para su tía.

Tras dos años de trabajo, la joven se enteró —por medio de una publicación del periódico— de que la recién creada estatal brasileña Petrobras buscaba operadores de computadoras. “Ella tomó una decisión bastante significativa para su tiempo, época y edad. Mi tía siempre fue una mujer muy valerosa y decidió dejar todo y probar suerte en Río de Janeiro. Llegó sola con una maleta a una ciudad tropical, con un idioma distinto y con la esperanza puesta en un papel donde figuraba la información sobre aquel empleo”.

A sus 20, llena de juventud y esperanzas, se presentó al examen para operadora de computadoras que demandaba el gigante brasileño. “Ella contaba que en la fila había como 200 personas para la prueba. Martha se sintió agobiada al ver a tanta gente y pensó que había cometido una locura que le costaría caro porque sus recursos económicos eran muy limitados”. Una semana después del examen, el teléfono de la recepción del modesto hotel donde se alojaba sonó con insistencia. “La llamaron y le dijeron que dio el mejor examen entre todos los candidatos. Pero que también había dos problemas: su situación migratoria y que no hablaba portugués”.

Sin embargo, la buena estrella estaba del lado de la orureña, ya que Petrobras le dio un año de plazo para tener sus papeles en regla y aprender el idioma. “No tenía miedo, lo encaró y lo hizo. Martha fue muy valiente. A medida que pasaba el tiempo fue subiendo de puesto. Primero fue encargada, luego jefa y también directora de informática. A finales de 1980 se había consolidado como gerente de informática de Petrobras en Río de Janeiro. Una mujer inteligente y autodidacta”, narra Alaín Canedo. ‘Para crecer hay que luchar y ser constante’, era la frase recurrente de la experta en computación, quien también tuvo muy buen ojo para los negocios inmobiliarios. “En sus primeros años de inmigrante, mi tía vivía en un alquiler y como era previsora decidió construir su propia casa.

Entonces se compró un terreno y a la hora de la comida se alimentaba tan solo de un sándwich y un refresco y se iba a comprar cemento, ladrillos y a buscar albañiles para levantar su vivienda. Era el único tiempo libre que tenía. Y los fines de semana se quedaba todo el día allí”.

Una vez finalizada la obra, vendía la propiedad y de inmediato compraba otro terreno; fue de esa manera sacrificada que adquirió sus bienes. “Ese esfuerzo y ganas de generar estabilidad tenía un propósito y era el de llevar a su madre y hermanos a vivir a Brasil, objetivo que logró exitosamente, aunque había postergado el amor por esos motivos”.

Klive Canedo era un emenerrista, jefe de juventudes, que fue exiliado en 1964 por el golpe militar del general René Barrientos. “Mi padre era viajero y en uno de esos viajes conoció a Martha y forjó una muy buena amistad. Cuando mi tío Klive fue exiliado, a mi padre se le vino a la cabeza Río de Janeiro y buscó a su amiga para que lo aloje y le dé una mano. Ella lo recibió con gusto, sin pensar que surgiría el amor”.

El tiempo que pasaron juntos en el vecino país hizo que el amor se encienda en sus corazones, aunque la relación no se proyectó en ese momento “porque como él era un político sabían que debía retornar a Bolivia una vez concluida la dictadura de Barrientos”. Sin embargo, la pareja mantuvo contacto. “Se mandaban cartas de amor muy bellas y románticas”. Finalmente, después de tanta correspondencia, que en ese entonces tardaba una eternidad en llegar de un país al otro, Martha y Klive decidieron casarse y formar una familia. “Mi tía se casó a los 40 años”.

El matrimonio nunca tuvo hijos; para ella era muy importante su carrera, además de tener un plan de pareja que no incluía niños y así viajar y conocer la mayor cantidad de países. Durante sus vacaciones llegaron a recorrer más de 100 países. “Primero conoció todo Brasil. Luego toda Sudamérica, Centroamérica, Europa y Asia. Sus países favoritos fueron Tailandia, Singapur, China y Japón. En 2010, compró un pasaje para irse con mi tío a Dubai, a los Emiratos Árabes, pero el viaje se frustró porque murió antes debido a un cáncer. Ella fue un signo de perseverancia y valor. Mi tío la extrañó mucho y a los pocos años también se fue”, recuerda Canedo.

martes, 5 de abril de 2016

"El coloso del Norte" obra prima de Jaime Góngora

En acto emotivo, este lunes por la noche se desarrolló la presentación del primer libro escrito por el orureño Jaime Hernán Góngora Dávila, un relato de las experiencias que le tocaron atravesar, cuando se fue a vivir a los Estados Unidos. "El coloso del Norte" es la obra prima de un inquieto autor, que espera sea el inicio de un incansable trabajo por la literatura.

Jaime Hernán Góngora Dávila, orureño de nacimiento, siempre tuvo la inquietud de plasmar sus experiencias en un libro, pero esto tuvo que esperar bastante tiempo, siendo su jubilación el motivo preciso para iniciar con esta actividad que no piensa dejar, presentando este primer material que como lo describe el autor, es un fragmento importante de su vida.

"El coloso del Norte", relata la incursión de Góngora por el país de los Estados Unidos, donde tuvo que trasladarse después de que en Bolivia se habría suscitado el Golpe de Estado del general Hugo Banzer Suárez, que determinó el cierre de las universidades en Bolivia, y seguro que podría trazar un futuro en tierras extranjeras no dudó en embarcarse a esta Odisea. El comentario del libro fue escrito por Germán Azuga, leído para todos los presentes en el acto, por Jaime Rojas, amigo de Góngora, quien reflejó el sentimiento que embarga a todos sus seres queridos, que festejan el logro de un compañero entrañable en la época del colegio, particularmente de los Sénior ´65 del colegio Anglo Americano.

Al momento de dirigirse al público presente en el Salón Centenario del edificio de la Cámara de Comercio, Jaime Hernán Góngora, sencillo en sus palabras decidió expresar sus emociones a través de la música, interpretando la famosa canción de Frank Sinatra "My way" (a mi manera), que refleja el sentimiento que inunda a este novel escritor, acompañado de su entrañable amigo Raúl Torrico, quien junto a su armónica, amenizaron la velada.