viernes, 6 de marzo de 2015

La “bailaora” boliviana que se consagró en la cuna del flamenco

 Lleva el flamenco en la "médula”. El gusto por bailar desde pequeña la llevó en su juventud a experimentar varios tipos de danza. A los 17 años, empezó sus estudios para convertirse en la "bailaora” boliviana que conquistó escenarios en varios países; se destacó como artista y abrió un estudio en Sevilla, España.
La orureña Lorena Ayala Rocabado, de 36 años, dio talleres, bailó y presentó sus espectáculos en escenarios de España, Bélgica, México, Estados Unidos, Belice, Bolivia y Chile. Hace pocas semanas llegó a Bolivia para trabajar en varios proyectos.
 En 2009, la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco junto a la Consejería de Cultura de España; la Embajada de Bolivia en España y otras entidades financiaron la presentación de su primer espectáculo en España  Flamenco de Sur a Sur-Caminos de Libertad.  
La danza, desde la etapa escolar, era algo que sentía  en lo más  profundo de su ser y que estuvo latente  en su vida hasta  los 17 años cuando emigró a Santiago de Chile para estudiar psicología.

"Era una necesidad que sentía en el alma. Quería explorar y poder estudiar paralelamente danza. Se me presentaron muchos eventos mágicos que me llevaron a encontrar este camino en el arte. Empecé a estudiar flamenco en la Escuela de Jeaninne Albornoz”, recuerda Ayala. 

Desde el principio, el flamenco fue una danza que sintió "muy suya”. Al considerarse un ser muy pasional vive intensamente el amor, la rabia, la tristeza y otros sentimientos que muchas veces han sido difíciles de expresar en su cotidianidad.
A través del baile  logró  liberar esos sentimientos y hacer catarsis,  pero, al mismo tiempo, aprendió a controlar sus emociones gracias a  la disciplina que requiere su ejecución.

El flamenco  es un género español de música y danza que  , tal como  se conoce en la actualidad,  se generó en Andalucía en el siglo XVIII, aunque existen otras hipótesis sobre su origen. Su crecimiento y desarrollo está  ligado a la etnia gitana.
Meses después de iniciar sus estudios en Chile, la invitaron a formar parte del grupo de cámara Flamenco Vivo, en la escuela a la que asistía, un grupo conformado por profesionales. Además, participó en un  concurso nacional de flamenco.


Poco a poco, se le abrieron las puertas en festivales y comenzó a bailar profesionalmente en lugares como el primer  "tablao” de Chile. El siguiente paso fue convertirse en maestra gracias a una invitación.
En busca de la esencia
 Alrededor del año 2000 se fue a Sevilla, en Andalucía, España. El viaje fue revelador y maravilloso por la cultura, las personas, y por todo aquello que desconocía sobre el flamenco. Posteriormente, regresó a Chile para hacer su tesis en psicología y creó su compañía Andares Flamencos, con la que   llegó a Bolivia para presentar su espectáculo  Colores Morenos.

Después de licenciarse como psicóloga, en 2004, fue a México. Tiempo  después  decidió  ir tras la esencia del flamenco.
  "En 2007 decidí que el baile era lo que quería hacer en mi vida y  que lo haría en la cuna del flamenco, en Andalucía, donde están las familias que llevan esta tradición. Ése fue mi objetivo: irme a España a comprender la esencia que tenía esta danza”, detalla.

Por aquella época, conoció a Angelita Vargas, una de las "bailaoras” que se constituye en un pilar del flamenco. La forma  de  vida de esta mujer, su familia y hasta cómo cocinaba fue una gran enseñanza  para Ayala.

 En 2009, presentó  Flamenco de Sur a Sur-Caminos de Libertad, inspirada en la independencia de los pueblos en América Latina, que fue transmitida por internet.  Para esta  "bailaora” boliviana presentar un espectáculo propio en un escenario sevillano  fue un logro muy importante a nivel personal. La llenó de satisfacción   ser una artista extranjera en España que defiende su trabajo.

Abrió su propio estudio de baile denominado Tu Punto Flamenco,   abierto actualmente, y también trabaja con la escuela más grande en Sevilla llamada Flamenquería.

Esta gestora cultural y una soñadora declarada, que siempre ha creído  que puede cambiar el mundo, se dio cuenta de que podía ofrecer algo diferente en sus interpretaciones y como maestra. Ella,  a diferencia de las personas que  nacieron  en la cuna de esta danza, tuvo que recorrer  un camino de exploración y estudio durante 20 años de carrera.

Esa su mirada y su forma de vivir este baile llamaron la atención de varias academias internacionales de danza . Ha sido invitada por varias escuelas de danza a dar talleres de flamenco, en países como   Bélgica y Rusia.
Cuenta que sus mejores recuerdos a nivel profesional están en Granada, España, cuando trabajó en "tablaos” y  las cuevas de Sacromonte, lugares emblemáticos en los cuales se baila flamenco,   donde trabajó y compartió con artistas de gran talla como el "cantaor”  Juan Ramírez que, a su vez,  compartió escenario con el virtuoso Paco de Lucía, además de  "bailaoras” como Ana Cali y Mercedes de Morón.

La seducción, la fuerza, la pasión del flamenco son para esta "bailaora” boliviana, que supo ganarse un lugar en la cuna del flamenco, el espacio en donde sus emociones fluyen, es su templo, una ceremonia... su casa.
Una comunidad de  flamenco en La Paz
La "bailaora” Lorena Ayala regresó hace pocas semanas a Bolivia y trabaja en varios proyectos en los que pretende involucrar a artistas del país.
Los espectáculos que hace en este momento de su vida están relacionados con el uso del lenguaje del flamenco que se fusiona con criterios de la psicología. De momento  trabaja en un proyecto con el actor Daniel Aguirre, que se presentará en Finlandia en julio de 2015.
Otro de los objetivos de su llegada a Bolivia es propiciar la creación de una comunidad o asociación que reúna a los artistas del flamenco en el país para que se genere un proceso de reconocimiento de las necesidades del sector, además del crecimiento, oportunidades e intercambio de conocimientos.
Para saber más sobre esta   artista orureña y su carrera se puede ingresar a su página web: www.lorenaayala.com.