jueves, 19 de febrero de 2009

Oruro irá a las urnas el 4 de julio para votar por las autonomías

El pueblo de Oruro irá a las urnas durante el referéndum del 4 de julio para aprobar o rechazar la autonomía departamental, si el Congreso Nacional aprueba la sugerencia del Movimiento Sin Miedo, que propuso esa fecha para que se lleve adelante dicho proceso en los departamentos en que no ganaron las autonomías en la consulta popular del 2 de julio de 2006.

Ese fue el concepto expresado ayer por el prefecto del Departamento, Alberto Aguilar, durante una conferencia de prensa que se realizó en su despacho con la finalidad de informar acerca de la reunión de prefectos con el gobierno, que se efectuó sobre el tema autonómico, el pasado martes 17 en La Paz.

“Hay una propuesta del Movimiento Sin Miedo que está consignada en el Congreso, que el día 4 de julio, si no estoy equivocado, de llevar adelante la consulta mediante el referéndum, para la aprobación de las autonomías departamentales en los cinco departamentos (Oruro, Potosí, Sucre, La Paz y Cochabamba)”, afirmó.

Sobre la campaña que inició la Prefectura para recaudar firmas con la finalidad de que se lleve adelante un Referéndum Autonómico, la autoridad dijo que ya no será necesario continuar con ese proceso, porque las autonomías se encuentran en la nueva Constitución Política del Estado.

“Es importante el voto democrático y directo de la ciudadanía para aprobar mediante Referéndum las autonomías departamentales. Dijo que en los cinco departamentos se hará campaña por el Sí, queremos crear una conciencia ciudadana, al igual que en los otros departamentos y que la decisión sea mediante el voto”, sostuvo.

Acotó que lo importante será hacer el contacto con las instituciones más representativas del departamento, para que comiencen la elaboración de los estatutos autonómicos.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Residentes orureños preparan desfile cívico para celebrar su aniversario

Los más de 10 mil residentes orureños se preparan a celebrar los 228 años del grito libertario y aniversario de su departamento, por lo que adelantan un desfile cívico y una demostración de lo que será el Carnaval de Oruro de este año, también tienen prevista una fiesta de regocijo con algunos platos típicos de ese departamento.

En este sentido el secretario de prensa, propaganda y deportes de los residentes orureños, Edwin Pérez, informó que la concentración para el desfile será a partir de las 09:30 de hoy en la plaza Campero, para luego trasladarse a la plaza Luís de Fuentes para realizar una ofrenda floral, además que se realizará un acto en el que se prevén las palabras de ocasión de parte de la presidenta de la Asociación de Residentes Orureños, Norka Villalpando.

“También habrá una demostración de lo que es el carnaval orureño a través de danzas como la Diablada y la Morenada y vamos a festejar los 228 años del Grito Libertario”, afirmó Pérez.

Consultado sobre cuántos residentes orureños estarían viviendo en el departamento de Tarija, Pérez señaló que de acuerdo al último censo realizado existirían unos ocho mil orureños, empero afirmó que se podría llegar a contar más de 10 mil debido a diferentes factores sociales y económicos.

Por otra parte, el representante de los Residentes Orureños en Tarija invitó a la población en general a la fiesta de confraternidad que se realizará esta noche en las instalaciones del Club Aeronáutico en el que los asistentes podrán degustar de platos típicos de ese departamento, particularmente del picante de pollo.

“Todos quedan cordialmente invitados a la celebración de confraternidad que se realizará esta noche en el que también podrán degustar de un riquísimo picante de pollo preparado al estilo orureño a un precio de Bs. 20, además que la fiesta contará con una amplificación y será gratuita”, adelantó.

Para finalizar, Pérez señaló que debido a esta importante festividad para el departamento de Oruro y los residentes orureños en Tarija es que decidieron posponer para el próximo viernes la elección del nuevo directorio de los Residentes y reiteró que hoy para ellos lo más importante es celebrar su aniversario.

ORUREÑOS CELEBRAN

Los Tiempos

Con un desfile cívico en la Plaza 14 de Septiembre y bailando al son de una morenada, los residentes orureños celebraron ayer 228 años de su grito libertario. La noche del lunes hubo una verbena en el parque Excombatientes.

martes, 10 de febrero de 2009

ORURO

Llamas, corderos y la quinua son la riqueza de la región

Los 53.688 kilómetros cuadrados que tiene de extensión el departamento de Oruro están cubiertos por plantaciones de quinua y poblados por recuas de llamas que escarban la tierra para alimentarse con los pastizales.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el departamento de Oruro es el mayor productor de fibra de llama. Lo mismo sucede con la quinua y la extracción de minerales como el estaño y la plata.

El departamento fue poblado hace siglos por comunidades aymara y quechua hablantes. Uno de los pueblos más importantes es el de los Chipayas, que habita en la zona altiplánica. Estos pobladores se constituyen en antiguos anfitriones de una región que, por lo demás, se caracteriza por un paisaje de montañas, aguas termales, extensas plantaciones de papa, haba y una variedad de especies de camélidos.

Las comunidades de los 35 municipios que forman las 16 provincias del departamento se dedican a la crianza —en menor o mayor cantidad— de ganado auquénido y ovino. Para algunas familias es la base de su subsistencia, mientras que otras se organizan para comercializarlo en grandes cantidades, con proyectos para exportar.

La crianza de las llamas es parte de la estrategia de vida de las familias campesinas. Ellas se constituyen en el medio de transporte, proporcionan carne, su estiércol sirve de fertilizante y combustible, y la lana para la fabricación de ropa y otros.

Las llamas productoras de carne son conocidas con el nombre de q’aras (peladas), tienen fibra corta, rala y la cabeza y extremidades desnudas. Éstas son comercializadas en forma de charque que se consume en el mercado local. En la medida de las necesidades familiares —y durante todo el año— se sacrifican para el consumo familiar.

En cambio, las que producen fibra, llamadas t’ampullis (lanudas), son las más requeridas para la venta de su denso vellón.

La crianza de las ovejas es otra de las actividades de los orureños. La carne de cordero es cotizada en el mercado local y el nacional. Es la materia prima para la elaboración de las comidas típicas que caracterizan la gastronomía en la región.

Los campos de quinua, sobre todo al sur, son otro potencial económico para Oruro, aunque aún como materia prima.

En las tierras ubicadas cerca de suelos salitreros, como en el municipio de Salinas de Garci Mendoza, de la provincia Ladislao Cabrera, se produce la quinua real que se exporta a Europa y Estados Unidos. En las provincias de Cercado, Tomás Barrón, Abaroa, Poopó, Carangas, San Pedro de Totora y Pagador, la producción del cereal se destina al autoconsumo, al mercado local y, en menor escala, al exterior. La zona ofrece buenas perspectivas para la producción de la quinua debido a factores geográficos y topográficos favorables para la producción, comercialización e industrialización del grano.

El DS 21060, que cerró la mayor parte de las minas, provocó el éxodo masivo de los trabajadores “relocalizados”. Entre el 2007 y parte del 2008, ante la mejora en la cotización de los minerales que produce Oruro —como el estaño—, los centros mineros volvieron a reactivarse.

La fuerza del pueblo unido mostró que se podía ser libre

La noche del 9 de febrero de 1781 un conglomerado de personas, de todos los grupos sociales que habitaban la Villa de San Felipe de Austria, hoy conocida como Oruro, enfurecido por las desigualdades económicas y los maltratos tomó las calles y sometió a garrotazos a cuanto español vio en frente.

Según narra la historia, los orureños amanecieron un 10 de febrero con libertad, sin yugos, cadenas ni agobios económicos como había sido el del tributo obligatorio y el trabajo en la mita.

Aquella fría jornada de levantamientos y revueltas en la Villa de San Felipe de Austria y ante el temor de una emboscada por parte de los españoles, todos los soldados mestizos —liderados por Sebastián Pagador— salieron a las calles y se unieron a los indígenas y criollos dedicados a la minería para enfrentarse a los hispanos y darles fin.

El historiador Fernando Cajías de la Vega cuenta que el proceso de independencia en Bolivia y en sus respectivos departamentos, como el de Oruro, no se podría entender sin antes comprender las sublevaciones de Chayanta en 1780, encabezadas por indígenas como los hermanos Catari o la de Tinta liderada, ese mismo año, por José Gabriel Túpac Amaru, y la de La Paz acaudillada en 1781 por los esposos Túpac Catari y Bartolina Sisa.

En Oruro los aires revolucionarios tuvieron más eco entre los criollos y mestizos que en otros departamentos, ya que en las otras ciudades la reacción no fue la misma porque si bien existía gente dispuesta a levantarse, reinó, en la mayoría de los habitantes, el temor a las represalias que podían tomar los ibéricos contra cualquier acto insurrecto.

En ese momento el poder recaía en manos de los españoles y con ello podían hacer y disponer de lo que quisieran.

“En Oruro los criollos y mestizos se sumaron a las sublevaciones de indios porque existían fuertes rivalidades hacia los hispanos, debido a que los europeos poseían grandes comercios y el resto de la población estaba endeudada con los comerciantes”.

“Otro factor fue el poder local concentrado en manos hispanas y la pérdida en las elecciones de alcaldes un 1 de enero de 1780”, relata Fernando Cajías.

Sin ninguna posibilidad de movilidad social y ante tal opresión estamental por parte de los europeos, cuya jerarquía se basaba en la riqueza, linaje y raza, se crearon resentimientos y odios dentro del pueblo.

La estratificación que había instalado la Colonia era una pirámide donde los españoles venidos de la península ocupaban la arista con privilegios, mientras el resto de la población compuesta por criollos, indígenas, negros y mestizos vivía agobiada con las deudas al fisco y con el tributo obligatorio.

Este panorama concluyó con una conspiración que desató una masacre, donde los residentes europeos de la Villa de San Felipe de Austria perdieron la vida.

Este levantamiento acompañado por el llamado del inca José Túpac Amaru —por primera vez en toda América— unió a los distintos grupos humanos y los hizo sumarse a la lucha.

Fabrizio Cazorla, en la publicación Oruro en el tiempo, cita la proclama de Sebastián Pagador como una muestra del aborrecimiento por parte de los criollos, mestizos e indígenas hacia el dominio español: “Amigos, paisanos y compañeros, estad ciertos que se intenta la más aleve traición contra nosotros por los chapetones…en ninguna ocasión podemos mejor dar evidentes pruebas de nuestro amor a la patria, sino en éstas, no estimemos nuestras vidas sino sacrifiquémoslas sin gustosos en defensa de la libertad convirtiendo toda la humildad y rendimiento que hemos tenido con los españoles en ira y furor…”.

A los pocos días de los sucesos revolucionarios, los indígenas rebeldes, de las poblaciones cercanas como Paria, donde se fundó por primera vez el actual departamento de Oruro, desfilaron con sus atuendos típicos gritando a toda voz vivas a Túpac Amaru y a otros caciques luchadores, y mueras a los españoles que habían logrado escapar de las revueltas y levantamientos de febrero en Oruro.

Cajías de la Vega relata que durante los días de la alianza, todos, mujeres y hombres, se vistieron de indios como forma de representar el pacto. Entre los protagonistas más destacados de este acontecimiento histórico se cuenta a varias familias criollas como los Rodríguez, Herrera y los Galleguillos Flores dedicados a la minería, también a mestizos como Sebastián Pagador y su hija, la cual alertó al cuartel de su padre que los españoles se preparaban para conspirar en contra de todo aquel que no hubiese nacido en el viejo mundo y se hubiera rebelado.

“Los europeos se refugiaron toda la noche del combate en una casa de la plaza Regocijo, el cual terminó con la victoria del pueblo orureño”, narra Cajías que también apunta a que éste fue uno de los argumentos que más utilizaron los europeos para probar que los mestizos y criollos estaban en contra de ellos.

Estuvieron también presentes caciques indígenas aymaras como Lope Chungara y negros como Clemente Menacho.

Este aglutinamiento de sectores permitió un grito insurgente que se frustraría pronto, pero que había sembrado otra semilla revolucionaria más en el camino hacia la independencia de esta tierra del altiplano.

Las diferencias y la ruptura

La alianza de los sectores se fue desintegrando y disolviendo rápidamente. Al poco tiempo de los levantamientos en Oruro se registraron contiendas bélicas entre mestizos e indígenas, como el suceso donde murió Sebastián Pagador en manos de quienes habían sido sus aliados.

Historiadores como Cajías opinan que una de las razones fundamentales para la disolución del pacto entre indígenas y no indígenas es que el primer grupo buscaba librarse del trabajo obligatorio y no pagado como era la mita y también del tributo indigenal, mientras que los criollos y mestizos pretendían destronar de los espacios de poder a los españoles para tomarlos y de esta forma tener el dominio económico y social de la Villa.

Después del año 1781, la Villa de San Felipe de Austria ingresó a una muy dura crisis, no solamente por las inciertas minas de plata que a veces brindaban mineral y otras veces no, sino también por el estado de ruina y miseria que dejaron los enfrentamientos y la lucha que trajo la rebelión de febrero.

En Oruro no hubo, como en Potosí, un descubrimiento súbito de plata. Este metal se explotaba en pequeñas cantidades desde el siglo XVI.

Esto dice la publicación Oruro en el tiempo, de Fabrizio Cazorla, dando a entender que la minería, en manos de los criollos, fue mermando y empobreciendo a este sector. Lo que les habría animado a rebelarse.

Pero luego, apagada la posibilidad de independencia, con las iglesias saqueadas, con los bienes confiscados a importantes criollos y la desaparición de los principales ideólogos de los distintos grupos sociales, la ciudad culminó el siglo XVIII con apenas 5.000 habitantes.

Cajías de la Vega en los libros Oruro 1781; Sublevación de indios y Rebelión criolla brinda un detalle sobre la unión entre varios sectores y la temprana disolución, haciendo énfasis en que si este conjunto humano no se hubiese resquebrajado, quizá Bolivia ahora sería un país donde no existirían brechas entre uno y otro grupo social o étnico.

“Con una amplia descripción el mensaje de Amaru cobra más fuerza que el de Bolívar porque involucra a los americanos sin distinciones étnicas”, afirma quien ha investigado durante 10 años los sucesos de 1781.

Este mensaje, opina, llega a los tiempos actuales no sólo para Oruro, sino para un país multiétnico y pluricultural que está buscando salidas a la pobreza y la discriminación de siglos.

Algunos actores principales de la sublevación del 10 de febrero de 1781

Túpac Amaru
Líder quechua nacido en Tinta y ejecutado en Cusco en manos de tropas realistas, luego de que su rebelión fuera derrotada. Túpac Amaru fue uno de los caudillos indígenas de mayor fuerza que encabezó los sucesos revolucionarios en el Alto Perú. Dentro de sus planes tenía como objetivo eliminar la mita y el tributo indigenal a los que estaban sometidos los originarios.

Sebastián Pagador
Sargento mestizo, encabezó tropas en el afán libertario y fue pieza clave en la sublevación de 1781. Pagador murió mientras resguardaba las cajas reales que estaban destinadas a cubrir los gastos que supondría el arribo de Túpac Amaru; durante su vigilia unos indígenas quisieron asaltarlas y éste le rompió la cabeza a uno de ellos, desatando la furia de los otros que le dieron muerte.

Rodríguez de Herrera
La familia Rodríguez de Herrera, de origen criollo, fue el cerebro estratega y financiador de la insurrección en Oruro.
De esta familia destacan Jacinto y Juan de Dios Rodríguez Herrera, hermanos que se aliaron con otros criollos, curas y con los grupos indígenas y mestizos, para de esta forma sumar fuerzas, buscar el cambio e instaurar el levantamiento febrerino.

Clemente Menacho
Limeño de nacimiento, este mulato, que se había instalado a vivir en la Villa de San Felipe de Austria, entregó sus fuerzas y arriesgó su vida por el anhelo de libertad. Sobre Clemente Menacho se sabe muy poco, pero la historia lo cita como acompañante de Sebastián Pagador durante el momento de su ejecución en manos indígenas y cómo, a pesar de que quiso, no pudo evitar esa muerte.

Mujeres revolucionarias
Muchas mujeres lucharon valerosamente durante la sublevación de Oruro, entre ellas destacan la hija de Sebastián Pagador cuyo nombre la historia no revela. También se destacan María Quiros, Francisca Goya y Francisca Orozco, todas ellas murieron encarceladas en Buenos Aires. La muerte más dolorosa fue la de la hija de Pagador, quien murió encerrada y con cáncer.